Haré una travesía cada tanto, iré al borde de tus labios y me estacionaré en ellos por semanas. Recorreré tus sentimientos en los días fríos y temblaremos juntos.
Buscaré tus dedos para contarlos como se cuentas los días que faltan para verte.
La piel es la hoja con la biografia de cada uno.
Puedes caminar si tapujos por los pasillos de los recintos de tu memoria y mirarte en esos charcos que dejan las carcajadas y el llanto en las tardes despues del sol de los venados.
Con tu sonrisa taciturna, con tu mirada enamorada y el danzar de tus caderas al caminar; cuando nos encontramos en la tarde.
Esa cosita que eres tú: como una idea, una ilusión.