Y me hundo en esos días
en que eras libre
y tu cabello navegaba a su gusto
conforme a tu naturaleza.
Tu actitud de importante,
el entusiasmo por la vida,
el refutar con carácter
un argumento que te ofendía.
Con los ojos abiertos sueño,
con tus dientes perfectos,
con tu sonrisa llena de valentía,
y no me acuerdo quien yo era.
Si aun existía.
Si me lo invente para mi
o tu me inventaste ese día.
Y recuerdo que te quería,
solo me diste tu mano,
esa noche y
me metiste en tu vida
Autor: Fernando Urrea Derechos Reservados
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