En la película de Frank Coraci el actor Adam Sandler personifica a Michael
Newman que se enfrenta a la cotidiana paradoja de no poder compartir tiempo con
su familia con la esperanza de ofrecerles un mejor futuro.
Michel compra a un extraño sujeto
un control remoto universal con el cual quiere controlar todos los aparatos de
su casa.
Pero se encuentra con un artilugio que puede adelantar, atrasar y poner en pausa momentos en el tiempo.
Es todo un premio, por lo que decide
utilizarlo a su favor saltándose todos los momentos molestos, cansados o que
simplemente le parecen aburridos.Pero se encuentra con un artilugio que puede adelantar, atrasar y poner en pausa momentos en el tiempo.
El ejercicio de saltarse los
preámbulos y todo lo molesto es un evento envidiable y comienzo a compartir su
emoción. Hasta el punto en que las exageraciones aparecen y vemos saltar meses
y años. Descubrimos junto con Michel que todo el tiempo que perdió con su
familia estuvo presente en piloto automático en una actitud que todos a su
alrededor dieron por desprendida y despreocupada. A la larga pierde a su esposa
y cuando retoma el control de su vida entiende que la felicidad no son solo los
buenos momentos también tiene un gran ingrediente de molestos regaños de la
esposa y estresantes días de trabajo.
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