Hay una anécdota que se cuenta mucho y que ha pasado de voz a voz y a aquí va la crónica completa que comienza cuando una niña llega a visitar a la casa a una amiga. La niña se sorprende al ver que la visita llega vistiendo un abrigo de cuero de su hermana mayor. Por lo que le pregunta que hace con ropa de su hermana; segura de que se va a enojar feo. No – dice la chica- mi hermana me la regaló.