sábado, enero 15, 2011

Los bancos no pierden la gente no gana

Entre los comerciantes y los bancos desde hace algunos años se mantiene una acalorada discusión; el tema que los tiene en tira y afloje es los costos del uso de las tarjetas débito y crédito, porque las entidades bancarias le cobran al comprador como al establecimiento por la misma operación. Lo que hace ver tanto a los consumidores como a los comerciantes que servirse y ofrecen los servicios electrónicos del dinero plástico que no les significa una buena inversión.
Ahora la discusión se alimenta por un proyecto de ley que busca poner en cintura las tarifas bancarias. Esta semana los usuarios tuvieron la posibilidad de lanzar sus inconformidades en los noticieros de radio y televisión. Sin embargo el gremio se defiende argumentando que en Colombia no es caro.

La inconformidad generalizada por las reglas de rígida e inhumana gestión que tienen los bancos, que no tiene quien los regule, no parecía generar mella en la sociedad luego que se desato en Colombia la crisis hipotecaria porque a estas robustas instituciones del capitalismo no les afectaba que cada día exista menos personas con la capacidad de abrir una cuenta. No importaba que los bancos persigan con “chancla” en mano a las cientos de familias que como “cucarachas” se esconden del poder legal que puede tener un grupo de abogados cazadores de vivienda hipotecaria.
Como bien sabemos, en comparación con la totalidad de la población en Colombia, la cantidad de ahorradores es muy pequeña. Lo que quiere decir que los temerarios que incursionan en el sistema financiero son el grupo objetivo de todos los planes de captación de recursos. Esto quiere decir que no es suficiente que usted tenga una cuenta de ahorros donde le descuenten el manejo y cada transacción. Además es importante que usted tenga un seguro de vida, una o dos tarjetas de crédito, una cuenta corriente y cualquier otro combo de servicios diseñados a "para usted" y para mejorar las ganancias del banco.
Esta tarea de captación de “nuevos” clientes esta encomendada a un gigantesco grupo de asesores que tienen como misión central hacer firmar del ahorrador el contrato de servicios que muchas veces ellos mismos no entienden o no aconsejan a sus familiares.
Según un testimonio uno de estos productos bancarios mal explicados es el “cupo sorteo” que ofrecía la Capitalizadota Colmena. Para entrar en esta nueva experiencia de ganar dinero sin mover un dedo solo debe solicitar su tarjeta de crédito e inmediatamente una muy querida asesora le sugerirá la idea de participar en este plan a partir del 10% de cupo de crédito adquirido. Lo que quiere decir que la entidad que le dará un monto de préstamo, con autorización del cliente, guarda un capital que puede ser de 180 mil pesos en un ahorro especial que entra en un proceso de sorteo para ganar un premio. También quiere decir que el usuario deberá pagar el crédito en hasta en 10 meses lo que lógicamente le genera deuda de interés.
Lo que no dicen los asesores o no saben es que el beneficiario de tan maravillosos "cupo sorteo" no puede servirse del dinero que le dijeron podía reclamar al cancelar el moto total del crédito.
Una gran sorpresa es para el cliente descubrir que pasados los 10 meses debe dejar su dinero quieto por 4 años, además no recibirá ninguna ganancia por esta loca inversión, y para colmo resume su frustrante experiencia en entender que aceptó un negocio improductivo para él y muy jugosos para el banco; si fantasiosamente calculamos un gran numero de incautos. 

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