Haré una travesía cada tanto, iré al borde de tus labios y me estacionaré en ellos por semanas. Recorreré tus sentimientos en los días fríos y temblaremos juntos.
Buscaré tus dedos para contarlos como se cuentas los días que faltan para verte.
Vivimos en la franja ecuatorial de la tierra por lo que no tenemos estaciones. Hay miles de hectáreas de tierra salvaje y otra tanta sembrada.
La piel es la hoja con la biografia de cada uno.
Puedes caminar si tapujos por los pasillos de los recintos de tu memoria y mirarte en esos charcos que dejan las carcajadas y el llanto en las tardes despues del sol de los venados.