El fin

Vemos la clásica escena en que se acercan al altar

Un año pasó desde que los personajes se enfrentaron a las vicisitudes de la existencia en el mundo de la pantalla chica, luego de sobreponerse a la dura pobreza la heroína descubre que es heredera de todas las comodidades  y los  privilegios que le han pasado por la cara. Ademas se entera que el baboso manipulable y sin carácter que le prometió amor eterno pero que la dejo insofacto cuando le llego el chisme de su traición la perdono y arrepentido le pidió la mano en matrimonio en el momento exacto en que ya no había nadie que se interpusiera entre ellos porque los conspiradores están en la cárcel. Y vemos la clásica escena en que se acercan al altar en medio de una impresionante organización envidiable y para algunos comentaristas de farándula es el matrimonio del año comparable a la unión  del "Gallito" y la "Mencha". Mientras las señoras lloran frente a la pantalla se extiende desde un punto la palabra fin.

Al termina las películas este "the end" aveces agónico y hasta trágico nos advierta que no sigue nada mas, que los personajes no tienen nada que contar. Aveces lo esperamos y otras no porque guardamos la esperanza de que tenga mas historia. Con el hecho de que ni aparezca queda la inquietud. No necesitamos que salga el "continuara" de las series de televisión o que la imagen lentamente nos lleve a una sección  de ese universo imaginario para mostrarnos que la criatura monstruosa dejo un heredero para la secuela. 

Cuando vemos esta novela violenta, trágica y cómica colombiana en medio de ladrones de cuello blanco cayendo como moscas. La paz es el comodín que engancha el "reating" como un capitulo inconcluso en que cada año los protagonistas parecen querer ignorar su relación filial y nos lleva al suspenso mientras una voz profunda nos invita a la siguiente emisión para ver si en este nuevo año vemos el fin.

Autor Luis Fernando Urrea Beltrán

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