En el centro histórico de Bogotá hay casas que pueden llegar a tener alrededor de 80 años. Algunas de ellas mantienes sus fachadas gracias a la ley que protege los bienes arquitectónicos pero que en su interior son unas construcciones plagadas de materiales actuales que desorienta al emotivo visitante que busca información de ese pasado de los bisabuelos.
Otras casas se mantienen, porque sus propietarios son herederos no solo de una propiedad rentable porque permite numerosos locales comerciales para cafeterías, restaurantes y en los espacios pequeños ademas la venta de accesorios para celulares.
También sus propietarios han tenido la suerte de vivir momentos de su infancia o vivir allí. Recorrer sus estancias con los juguete, además festejaron los acontecimientos mas felices o despidieron familiares en las habitaciones donde fueron velados como se acostumbraba en antaño. Son montones de imágenes enclavadas en la mente que se suceden en los pasillos y la escalera que parecieran intactos mientras se desmorona la estructura o se permea el techo a los vendavales.
Mientras en las calles han sucedido revueltas desde la exhibiciones independentistas, fiestas patrias, fiestas religiosas. Algunas hermosas viendas sobrevivieron a la muerte de Gaitán y las destructivas reclamaciones de los sindicatos nacionales.
También sus propietarios han tenido la suerte de vivir momentos de su infancia o vivir allí. Recorrer sus estancias con los juguete, además festejaron los acontecimientos mas felices o despidieron familiares en las habitaciones donde fueron velados como se acostumbraba en antaño. Son montones de imágenes enclavadas en la mente que se suceden en los pasillos y la escalera que parecieran intactos mientras se desmorona la estructura o se permea el techo a los vendavales.
Mientras en las calles han sucedido revueltas desde la exhibiciones independentistas, fiestas patrias, fiestas religiosas. Algunas hermosas viendas sobrevivieron a la muerte de Gaitán y las destructivas reclamaciones de los sindicatos nacionales.
Casas hermosas que narran en cada espacio sucesos humanos que se vuelven en soledad, en silencio y reminiscencias. Casas que cuentas nuestra propia vida que nos recuerda el día que logramos comprarla (en mi caso un apartamento) las veces que le realizamos adecuaciones, ampliaciones o simples reparaciones. Cada evento inolvidable como los primero pasos de un hijo y las fotos de su graduación y mas... Pero un día cuenta el momento en cambia el rumbo de las personas o ya no vuelven más. Los hijos se van y nosotros buscamos un lugar no tan grande donde mirar un amanecer con un chocolante caliente sin la decadente ciudad enfrente.
Por Fernando Urrea - Texto Fresco
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La habitación
Dos vitrales juntos en una de las esquinas me muestran el balcón y la cortina de ventana de mi vecino y la otra me deja ver el parque donde se realizan torneos de micro futbol, basquetboll y futbol. Se puede ver como salen por las mañanas las señoras a trotar y los abuelos con sus perros para que hagan del cuerpo.
Dos vitrales juntos en una de las esquinas me muestran el balcón y la cortina de ventana de mi vecino y la otra me deja ver el parque donde se realizan torneos de micro futbol, basquetboll y futbol. Se puede ver como salen por las mañanas las señoras a trotar y los abuelos con sus perros para que hagan del cuerpo.
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